sábado, 26 de septiembre de 2009

El miedo es lo que te hace valiente


Desde siempre he sido una auténtica cobarde: he rehuído todo aquello a lo que temo o simplemente he cerrado los ojos.
Realmente miento, de pequeña no era tan cobarde como ahora; supongo que todas las cosas que me han ido pasando desde hace unos 4 años o así han hecho que cambie por completo mi personalidad, infundiéndome temores que nunca antes había conocido, y volviéndome totalmente frágil.
Cada vez que siento que debo mantenerme alejada de las cosas que me hacen daño me resulta tan complicado que termino haciéndome aún más daño que estando cerca de ellas. No me refiero a nada en particular, es simplemente un hecho.

De todos modos ser una cobarde no significa ser idiota, ni mucho menos no tener un futuro por delante.
Cuando tienes miedo es un miedo infundido por algo, no tienes miedo porque sí, algo ha hecho que tengas miedo (aunque fuese un mínimo pensamiento que deshechas en un segundo), así que no eres idiota por tenerlo: has sido obligado a ello. Tener miedo es algo bueno, algo de lo que se puede aprender. No puedes ser valiente sin haber temido nunca a nada, porque si no has tenido un miedo y lo has peleado hasta acabar con él, ¿qué mérito tiene? Así como el cobarde no nace, se hace, el valiente también. Si tienes un miedo y te quedas quieto, encerrándote en una burbuja hasta que 'se pase todo', te conviertes en un cobarde. Pero si por el contrario tienes un miedo y sales de esa burbuja para plantarle cara, lo derrotes o no, te conviertes en alguien valiente.
Del mismo modo llorar no es algo malo, no llorar no significa que seas más o menos fuerte, o más macho. Llorar no es signo de debilidad, si no de humanidad; llorar es una de las formas más exactas que tienen tus ojos para poder comunicarte a ti con tu alrededor. Y si comunicarse es ser débil el mundo entero está lleno de débiles, ¡yo sería una de las personas más débiles sobre la faz de la tierra!
Así mismo el no ser una persona del todo sociable no indica que seas una persona extraña, de la que no te puedes fiar o aterradora. ¿A caso le has preguntado por qué en ciertos momentos no desea salir con sus amigos? ¿A caso te has molestado en saber por qué esa persona es como es? A mi forma de ver vale más en alguien el mostrarse frío con los demás porque no tiene ganas de hacer otra cosa a una persona que finge estando rodeado de gente y cambia al estar solo; simplemente es otra clase de mentira.



Sin cobardía, no hay valentía. Sin valentía no hay resolución de problemas. Sin resolución de problemas no hay una vida plena. Y sin una vida plena no hay felicidad.
El hombre se ha dedicado desde que llegó a este planeta a ser el más poderoso, sin importarle la felicidad de los demás, o incluso la suya propia. Pero bien sabemos todos los humanos que un líder infeliz no es más que otra hormiga más en el hormiguero, y sea como sea, yo quiero ser la reina, no para gobernar, sino para darme cuenta de una vez por todas de que sin ser feliz nunca lograré nada.




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